ATENCIÓN

Gracias a todos los que leyeron mi anterior aviso sobre las imágenes de san Juan Nepomuceno. Habéis sido muchos quienes me escribisteis para darme noticia de algún Nepomuceno que conocíais, y os lo agradezco de veras.

Ahora, siguiendo con otras investigaciones, estoy centrada en varios asuntos y quería volver a pedir vuestra colaboración: si alguien conoce cepillos limosneros con representaciones de santos y no le importa hacérmelo saber o mandarme una fotografía (raquelsiguenza@msn.com), lo agradeceré igualmente. También tengo interés en imágenes de ánimas (cuadros de ánimas, los mismos cepillos que mencionaba...)

¡Muchísimas gracias a todos por vuestra ayuda!

Iconografía oculta

Un apartado en el que todo el mundo puede participar. Cada semana os invito, a modo de juego, a descubrir qué se representa en una imagen. Podemos, entre todos, ir aportando pistas que, sin desvelar por completo el asunto, nos acerquen a la solución. Si tenéis interés por la iconografía, tanto cristiana como clásica, os animo a que enviéis vuestras opiniones. ¡Será divertido!





















jueves, 12 de abril de 2012

Un santo alado: san Vicente Ferrer

Como ya dijimos, esta obra (óleo sobre cobre, 24 x 18 cm)salía a subasta en la sala Gran Vía de Bilbao el pasado mes de marzo.
Su hábito dominico y las alas (debidas a que el papa lo había comparado con el ángel enviado por Dios para convertir a los pecadores) son claves para identificarle, pero también son característicos de su iconografía la aparición del libro abierto y el hecho de que señale con su dedo índice hacia el cielo.
Este santo fue predicador -y con un gran éxito- de la mencionada orden, habiendo nacido en Valencia en 1350 y muriendo en Vannes, Bretaña, en 1419.
Asesor espiritual de Juan I de Aragón y penitenciario mayor de Aviñón, fue quien logró que el antipapa Benedicto XIII renunciase al pontificado.
Famoso por sus sermones, tanto en España como en Francia, convirtió a muchos judíos, moros, valdenses y cátaros, siendo llamado por el duque de Bretaña a Vannes en 1417, donde moriría.
La leyenda lo convirtió en taumaturgo, diciéndose de él que había realizado numerosas curaciones e incluso resurrecciones, como la de un muchacho que había sido degollado y descuartizado por su madre durante un ataque de locura. También se le atribuyó el milagro de haber colocado en su sitio la pata cortada de un caballo, lo que, según Rèau, viene a causa de su nombre, Ferrer, que en catalán significa "herrero".
Puede llevar también, como en el azulejo de Talavera del Museo González Martí fechado en 1740-1750 de la imagen derecha, una filacteria (suele leerse en ella "Timete Deum et date illi honorem quia venit hora judicci ejus" como resumen de sus enseñanzas) y una trompeta alusiva al Juicio Final del que solía hablar en sus sermones. A veces un sol con las siglas de Jesús brilla sobre su pecho y, sobre su cabeza o mano, se puede ver una llama, así como una paloma alusiva a la inspiración en otras ocasiones. Finalmente, a veces se le concede una pila bautismal como símbolo parlante, a causa de las muchas conversiones que logró.

Bibliografía: RÈAU, Louis, Iconografía del arte cristiano. Iconografía de los santos, P-Z, Barcelona, Del Serbal, 1998, pp. 328-331
Imágenes: http://www.subastasgranviadebilbao.com/ (siento no poder dar la referencia de la segunda imagen, se encuentra en mi base de datos desde hace muchos años, y no la tengo)

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